Aquí tienes algunas ideas que pueden ayudarte a sentirte más cómodo cuando quieres modificar tus hábitos a fin de avanzar hacia un desarrollo más profesional de tu trabajo.
Muchas personas se quejan a menudo de que no les gusta “instalarse en la rutina”, pero, sin embargo, se oponen a cualquier cambio real en su trabajo o en los métodos. Es lógico que, cuando cambias tu comportamiento, tengas miedo a las consecuencias desconocidas. Te damos algunas ideas, y puedes decidir, paso a paso, cuándo y cómo las pones en marcha.
- Algunas personas, por ejemplo, creen que “cambiar su imagen” significa no ser fiel a sí mismo. Sin embargo, crecer profesionalmente sucede cuando nuevas ideas le llevan a uno a ver las cosas desde otros puntos de vista. Si miras alrededor en tu oficina y te fijas en personas que no visten de la forma profesional que se espera en ese entorno, probablemente notarás que puede que no se les tome muy seriamente, y esto puede ser razón suficiente para estar pendiente de nuestra imagen.
- En algunas oficinas, la mentalidad de “nosotros” frente al “ellos” es bastante habitual entre personal administrativo. El personal de apoyo a menudo se siente más leal unos con otros (entre ellos), que a la organización como un todo. Esta actitud puede ser una traba para un crecimiento profesional dentro de la organización, sin embargo puede resultar algo cómodo y seguro en la relación del día a día.
PARA HACER CAMBIOS “CON SUAVIDAD”
- Cambia una cosa cada vez – despacio y poco a poco es la forma de conseguirlo.
- Define tu objetivo con palabras sencillas, activas y positivas.
- Escribe el objetivo del cambio y colócalo donde lo puedas ver diariamente.
- Si tu cambio afecta a otras personas, diles lo que pretendes hacer y por qué. Discute tu objetivo. Si tienen otras ideas, escúchalos. La propia discusión puede llevarte a una mejor relación de trabajo.
- Practicar mucho puede ser necesario antes de que el nuevo comportamiento resulte natural. Pero ¡Recuerde, usted no necesita ser perfecto todo el tiempo!