Cuando hay que empezar en un nuevo puesto de trabajo, las cosas se pueden poner un poco complicadas.
Recuerdo perfectamente un trabajo que tuve dónde yo pensé que mi tarea era manejar el calendario, establecer la agenda, organizar las reuniones y desarrollar folletos y dossieres para mi departamento de RR.HH.
Resultó que mi verdadero trabajo era actualizar los expedientes de las escuelas y estudios de sus hijos, renovar sus matrículas, asegurarme que mi jefe tenía siempre café disponible y, en general, servirle como una estupenda ayudante ´personal’´.
Fue un poco frustrante para ambos dado que teníamos ideas diferentes de para qué había sido contratada.
Como en muchas ocasiones, un Asistente Personal no es contratado directamente por su jefe directo sino a través del departamento de Recursos Humanos. Es importante, cuando empiezas a trabajar con un nuevo jefe, dar, de forma inmediata, algunos pasos para aclarar exactamente cuáles van a ser tus responsabilidades.
Estas son algunas sugerencias para comenzar bien desde el principio:
- Consigue una lista bastante completa de responsabilidades.
Pide a tu jefe una pequeña lista de lo que el/ella espera que tu hagas.
Explica que, aunque tu entiendes los requisitos oficiales de tu puesto, estás dispuesta a asegurarte que estás cumpliendo con sus necesidades y quieres asegurarte que no se te pasa nada.
Estará satisfecho de suministrar esta información, y te dará también una exposición más profunda de cómo la descripción del puesto ‘original’ se ajusta al perfil por lo que verdaderamente te han contratado. - Échale un vistazo a tu ‘espacio personal’.
Aclárate de dónde están las cosas. No querrás tener que estar preguntando constantemente dónde está la grapadora, los cartuchos de tinta, el acceso al calendario de proyectos o cómo encontrar los archivos. Consigue ubicar todo lo antes posible indagando tu ‘espacio personal’ y familiarizándote con el lugar físico e informático.
Si tu jefe quiere hacer esto contigo, perfecto, pero en muchas ocasiones puedes hacerlo directamente tú. - Establece prioridades.
Establece un concepto claro de qué es más importante para tu jefe. ¿Es prioritario que cada uno esté trabajando en lo suyo o lo es el conseguir de forma inmediata la última tecnología para la empresa?
Saber esto te ayudará a determinar como distribuir mejor tu tiempo y esfuerzos para conseguir que las cosas funcionen correctamente para tu jefe.
Trabajar con éxito para un jefe nuevo, de manera rápida y efectiva, puede condicionar toda tu futura relación de trabajo.
Tomándote el tiempo y haciendo un esfuerzo extra al comienzo de la relación, puedes conseguir un despegue suave y un comienzo productivo, haciendo de tu trabajo una experiencia más positiva y gratificante.