1. No te ancles en el título de tu puesto."He sido administrativa durante 15 años y he ido promocionando. Creo que te sorprenderías que no hay mucha diferencia entre el título de Oficial Administrativo y Ayudante Ejecutivo." He trabajado en ambos puestos, he trabajado par individuales, que dirigían un departamento.
No te limites al nombre del título; mira al puesto en su totalidad.
2. Asegúrate que estás interesada en un Puesto Ejecutivo. El salario no debe ser la única razón para coger el puesto. Una cosa que hay que valorar es la "química". Si no tienes la química con la persona con la que vas a trabajar, tu vida y la de la persona con la que estás trabajando será difícil, y, de hecho, puede que elijas marcharte porque se puede poner pero. Si vas a tener una entrevista, pide la entrevista cara a cara con la persona con la que vas a trabajar, y mira como te sientes. Si no sientres "eso", entonces deja, con tacto, esa selección.
Quien ha pasado por muchas experiencias laborales está de acuerdo que si tienes la persona adecuada y la "química" necesaria, una posición ejecutiva es fantástica. Mi jefe depende de mi en gran manera y nos llevamos genial. Me encanta planificar eventos, coordinar sus viajes, controlar sus gastos y trabajar en los diferentes proyectos que surgen de vez en cuando.
3. Establece tus objetivos. "Todo depende de los objetivos que te plantees" comenta Sandra. "Si tienes las destrezas técnicas y profesionales, por qué no avanzar? ¿Es que tienes miedo de cometer errores? ¿Vas a perder los amigos que has hecho ya en tu actual puesto de trabajo?
Si algunas de estas son tus razones, piensa que todos hacemos errores, pero los superamos y aprendemos de esos errores.
"Avanzar no significa que no vas a continuar trabajando o comunicándote con otros colegas" explica Sandra, "No significa necesariamente que vas a estar en un puesto diferente con responsabilidades diferentes con otros compañeros de tu nuevo estatus. Merece la pena pensar seriamente por qué no te apetece avanzar, y toma tu decisión".
4. Tómate el tiempo para trabajar con tu director y aprende cómo ayudarle mejor. La historia de Diana puede sonar familiar a muchos administrativos. "Entré en un puesto de Ayudante Ejecutivo a través de una agencia temporal. Estaban buscando un administrativo para el CEO que había tenido 10 ayudantes en 12 años. Yo no estaba decidida, pero como me ofrecieron el doble de lo que estaba ganando y no me gustaba del todo mi trabajo, lo tomé. Casi tres años después ME ENCANTA mi trabajo. Si, es un jefe exigente, pero me tomé el tiempo para llegar hasta él, y ha funcionado."
5. Adquiere la formación que necesitas en las que tienes lagunas. "¿Cuál había sido la razón por la que no había buscado un puesto ejecutivo antes? Miedo, nos dijo Diana "Pensaba que no tenía los conocimientos que necesitaba para ganar ese nivel de salario. En realidad no las tenía, pero me impliqué para formarme rápidamente". Si es el miedo el que te impide avanzar, toma clases y fórmate en las habilidades que piensas que necesitas. Trabajar mano a mano con un jefe es muy gratificante - y el dinero no es una tontería!
No te quedes atrás y afianza tus posibilidades renovando y adquiriendo todas las destrezas que te pueden ayudar a alcanzar tus objetivos.